El Foro de Pensamiento Peronista fue fundado en 2012 por un grupo de políticos e intelectuales del peronismo con el fin de discernir ideas y hechos que desplieguen el rico y vigente pensamiento estratégico del Gral. Juan Domingo Perón, e intervenir así en la lucha político-cultural de la Argentina. Tras las derrotas de 2015 y 2017, nos animó la reunificación del peronismo como base de la recreación de un gran Movimiento Nacional , y ofrecer a nuestro pueblo una alternativa triunfante, logro que finalmente se obtuvo a partir de la victoria en 2019 del Frente de Todos, encabezado por el compañero Alberto Fernández.

14 de octubre de 2012

ECONOMIA SOCIAL Y DESARROLLO LOCAL EN UN PROYECTO NACIONAL


Por Mario César Elgue

 Asistimos a un mundo global,multifacético y complejo, en constante mutación, tanto en el plano de las ideas como en las realizaciones. Estamos ante sociedades que renuevan las prácticas democráticas y procuran un equilibrio entre sus diversos sectores, intentando afianzar construcciones socioeconómicas mixtas y/o plurales. Por ello, junto al sector privado convencional y al sector público, en todos los países del mundo, existe otro espacio, otra forma de organizar la producción de bienes y servicios: la economía social.

Y al aludir aquí a la economía social, debemos convenir que hacemos referencia a parte de lo que el  Gral. Perón denominaba las “organizaciones libres del pueblo”,  a las cooperativas, a las mutuales, a la agricultura familiar, a las microempresas en red (rurales y urbanas) y a un conjunto deemprendimientos y redes asociativas que hacen hincapié en la persona y en su entorno territorial, apuntalando el arraigo en sus comunidades de origen, teniendo como meta al desarrollo local y regional.


Y es justamente el desarrollo local el que emerge con la aspiración de ser una nueva política de Estado: así como ha quedado demostrado que no existió el efecto “derrame” de lo macro a lo micro, tampoco lo hay desde el ámbito nacional al local. En rigor, para ser sustentables, dichas iniciativas productivas y laborales deben surgir  de las propias comunidades y del diálogo de los actores de cada región, retroalimentándose con las políticas nacionales y provinciales.

Esta expresión de la economía social no es para nada extraña a la historia del peronismo. El primer Perón lo corrobora en su Informe al Pueblo, sobre los alcances del Segundo Plan Quinquenal, cuando critica "el equilibrio estático del capitalismo liberal" y reivindica "nuestro equilibrio dinámico, que subordina siempre lo económico a lo social y lo social a lo político, entendiendo que lo político es –en su más alta acepción– realizar la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación, mediante la aplicación del sistema que denominamos de economía social...”

Precisamente el Gral. Perón es quien impulsó, en aquellos tiempos, una enérgica política de apoyo al cooperativismo y al mutualismo, con especial énfasis en el genuino cooperativismo de trabajo y en el cooperativismo agropecuario, en las mutuales de salud y en las cooperativas de consumo. Salta a la vista que nada tiene que ver esta original concepción del peronismo histórico con la actual utilización por parte de este oficialismo de seudo cooperativas de trabajo para planes clientelares que desprestigian a tan noble instrumento, aprovechándose de las necesidades de los más humildes y excluidos.

La economía social no es tan visible como los otros sectores de la economía pero, sin embargo, se desenvuelve protagónicamente a lo largo y a lo ancho de la geografía patria. Son alrededor 12.000 cooperativas y 4.000 mutuales que aglutinan un tipo distinto de emprendedores y empresarios nacionales, con una gestión democrática, llevada a cabo por sus propios asociados.

Las cooperativas y mutuales representan, aproximadamente, un 10% del PBI, equivalente a unos 30.000 millones de dólares; ocupan a más de 500.000 empleados y trabajadores asociados directos y a otros 500.000 indirectos, nucleando como asociados a un 35% de la población. Cubre los más diversas rubros: desde cooperativas de obras y servicios públicos (eléctricas, telefónicas, de agua potable), que tienen un peso decisivo en las realidades regionales, hasta cooperativas agroalimentarias, como las nucleadas en las federaciones de CONINAGRO y en otras vinculadas a las Federación Agraria Argentina y a las mutuales de ayuda económica, de previsión, de asistencia social y de recreación.

A su vez, las economías regionales y el desarrollo local cuentan en sus territorios con innumerables redes asociativas de microempresas, trabajadores rurales y pymes que garantizan una economía con rostro humano, en las cuales cobra relevancia la Responsabilidad Social Empresaria (RSE).

En este sentido, se puede rescatar y replicar nacionalmente la destacada experiencia del Ministerio de la Producción en la Provincia de Bs. As. -en el periodo 1992-99-, durante la gobernación de Eduardo Duhalde, a través de organismos autárquicos como el IPAC, del programa de microempresas, el de consorcios productivos y el de viveros de empresas, entre otros.

Estas consideraciones deberían servir para la definición de políticas públicas de apoyo al sector, apropiadas a cada situación: políticas de subsidio, crediticias, fiscales, comerciales, de inversión, etc.
Propuestas para una política de Estado

Por lo antes expuesto, se propone:

Revalorizar a las genuinas cooperativas, mutuales y redes de microempresas y pymes regionales e iniciativas de agricultura familiar como organizaciones de capital nacional desconcentrado y asignarles un tratamiento normativo, tributario y de financiamiento diferenciados
Crear un Ministerio o Secretaría de Estado de Economía Social, Agricultura Familiar y Desarrollo Local, con rango ministerial y presupuesto propio.
Conformar una Mesa de Coordinación Interministerial de Economía social, Agricultura Familiar y Desarrollo Local, de la cual participen todas las estructuras y organismos gubernamentales con incumbencia en la materia.
Adecuar las normativas que atañen al sector a los nuevos escenarios que se corresponden con un proyecto de desarrollo integrado e inclusión social.
Incorporar la enseñanza de los principios y valores del cooperativismo y el mutualismo en todos los niveles de la educación formal.
Fomentar la capacitación, financiamiento y tutorías en el campo de las iniciativas de la agricultura familiar, de las microempresas y pymes regionales, como así también de los trabajadores rurales organizados.
Promover acciones de Responsabilidad Social Empresaria y la realización de Balances Sociales.
Apoyar las iniciativas ya existentes y alentar otros proyectos de regionalización, consorcios y corredores productivos.
Profundizar el trabajo en común de las cooperativas de obras y servicios públicos y los Municipios con las iniciativas del ámbito provincial y nacional.
Impulsar la creación de cajas de crédito cooperativas en las distintas regiones del país para que el ahorro quede y se reinvierta en las localidades en donde operen.
En suma, adecuar las políticas y las normativas que atañen al sector de economía social, a la agricultura familiar y a las iniciativas de desarrollo local a los nuevos escenarios que se corresponden con un proyecto nacional y popular de desarrollo integrado, inclusión social, genuino federalismo y equilibrio territorial, que incluya una efectiva democracia, con libertad de expresión, con la revalorización de una justicia independiente y el control republicano de los actos de gobierno.

El autor fue presidente del IPAC, del Ministerio de la Producción, en el período 1992-99, en la gobernación de Eduardo Duhalde. Ex presidente del INAES, 2003-04 del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Titular del Departamento de Economía  Social, Asociativismo y Desarrollo Local del Movimiento Productivo Argentino (MPA). Presidente de la FUNDACION CIESO (de investigaciones en economía social).  


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