Eduardo Linares Dahl
Mañana,
viernes 15 de diciembre, se cumple un mes de la desaparición física del
submarino de la flota de guerra argentina, ARA San Juan, en una acción bélica
en el Mar Argentino, hundido por dos torpedos disparados por un submarino del
invasor inglés. A esta altura, la crisis interna en la Marina de Guerra es
inocultable, se han suspendido dos veces en el día los partes diarios del
eficaz Capitán Balbi -algún día alguien se encargará de estudiar sus más de 30
mensajes cifrados-, el jefe del arma, el Almirante Srur, releva de su cargo al
comandante de alistamiento, vicealmirante Luis López Mazzeo y al jefe de los
submarinos, Capitán de Navío Claudio Villamide, en solidaridad, piden su pase a
retiro los cuatro jefes inmediatos a López Mazzeo, quien era el sucesor natural
del Almirante Srur, esto es, los jefes de la Flota de Mar, de la Aviación
Naval, de la Infantería de Marina y el de la Flota del Atlántico. No hay
registro de una crisis así en la fuerza Armada en toda su historia moderna, si
algo caracterizó a los marinos fue su unidad monolítica. No es errado decir que
el Almirante Srur se ha quedado más solo que el faro del fin del mundo.
En
paralelo a la crisis interna, el mensaje del Capitán Balbi, a propósito de la
nueva versión, "suboficial", difundida por la hermana del suboficial
Medina, sobre que el día 4 de noviembre su hermano le reporta por whatsapp que
habían sido perseguidos el lunes de esa semana, 30 de octubre, por un
helicóptero británico, el viernes 3, por naves chilenas, Balbi simplifica,
apunta a que ese día 4 de noviembre, sábado, el ARA San Juan entraba en Usuhaia
(dónde estaba el 30 de octubre, cuando era perseguido por un helicóptero
británico), que seguramente por eso Medina vio helicópteros que podían ser
chilenos no ingleses; el mamarracho comunicacional es deliberado, a ver, lo han
mandado casi un mes sin pausa a patear la pelota a la tribuna, se cansó el
hombre. Como se había cansado el vicealmirante López Mazzeo y el resto. Algo
que Balbi ni quiere contradecir, es que además, el suboficial Medina le cuenta
a su hermana de que habían estado cerca de Malvinas, o sea, en la zona de
exclusión comercial demarcada de forma imperial por el invasor británico;
¿haciendo qué, mandado por el alto mando de la Armada, en "misión
secreta", probando vulnerar el sistema defensivo inglés, con buzos
tácticos en la tripulación, caramba, un oficial de inteligencia de la fuerza a
bordo?. Un medio inglés había publicado sin eufemismos a la semana de la
desaparición del ARA San Juan una nota en donde se interrogaba, "qué hacía
el ARA San Juan tan lejos".
El
resto es historia más o menos conocida, o absolutamente desconocida, la
confusión deliberada impuesta por los grandes medios es patente; en
Ushuaia suben de regreso hacia Mar del Plata siete buzos tácticos -o ya estaban
en el buque-, con una misión secreta, esto es, lo más probable, limpiar el
fondo de la plataforma submarina de minas plantadas por submarinos ingleses en
1983, a un año de terminado el conflicto bélico. El motivo, la pronta
exploración por parte de los noruegos de Estatoil del fondo del mar argentino,
para comenzar la explotación de hidrocarburos con YPF, convendio suscrito por
el gobierno de Macri. Sí, suena irreal pero eso ha sucedido, entre tantas
barrabasadas firmadas y proyectadas por este gobierno, tan marcadamente
antinacional, una medida positiva. Estatoil es la empresa petrolera de bandera
de Noruega, la cual los ha hecho ricos, caso único en el mundo en donde el
petróleo como riqueza nacional sirve para hacer rico, libre y feliz a su
pueblo. El Fondo Fiduciario de Estatoil tiene casi un billón de dólares de
reservas, los cuales hacen a los cinco millones de noruegos ricos por varias
generaciones.
Es
bueno precisar, que ya en 1975, la CIA revelaba en un informe nada secreto, que
las riquezas petroleras de la Cuenca de Malvinas, superaban cinco a uno a las
del Mar del Note que terminarían por hacer ricos a los noruegos. Un año más
tarde, un golpe militar urdido en Londres por el amigo personal de Lord
Montgomery, José Alfredo Martínez de Hoz, deponía a un gobierno democrático que
terminaba su mandato seis meses más tarde. Ese gobierno, de Isabel Perón, había
mandado a la flota de guerra argentina a correr del mar de Malvinas a un buque
"oceanográfico" pirata -eran otros tiempos-, a la vez, se habían
nacionalizado todas las estaciones de servicio, en línea con el original plan
del fundador de YPF, el General Mosconi, plan Mosconi-Baldrich, esto es, la
nacionalización del petróleo y el monopolio del Estado en todas sus etapas de
producción y comercialización; en el momento del golpe militar orquestado por
la Standard Oil en 1930, una semana antes de que Hipólito Irigoyen
nacionalizara el subsuelo petrolero, la nafta expendida por YPF era la segunda
más barata del planeta.
Unos
diez días antes de la desaparición física del ARA San Juan, llegaba la noticia
de la adquisición por parte de Macri de cinco Super Etendard modernizados por
la Dessault, aviones de guerra naval que en 1982 le marcaron la espalda con
hierro caliente al invasor inglés, dejando fuera de operaciones al portaaviones
Hermes, por un lado, mandando al fondo del Atlántico Sur al portaaviones
Invencible, el buque insignia de la Task Force, por el otro. Nada menos, peor
noticia para el invasor inglés, casi imposible, sí, la compra de Sukkoi a
Putin, esa sería mucho peor noticia. Meses antes, no tantos, la Canciller
Susana Malcorra, antes de huir despavorida, ante la amenza del ministro de
Defensa de Israel, de convertir a la Argentina en cenizas, esto, si no actuaban
como correspondía con el caso AMIA y el asesinato por parte del Mossad del
Fiscal Nisman, si no se seguía con la política de sometimiendo colonial
impuesto a sangre y fuego por Tel Aviv desde hace un cuarto de siglo. Nada
menos.
La
versión difundida entonces por el Ministerio de Defensa, de que tanto la Armada
como la Fuerza Aérea, pretendían los Super Etendard, algo que jamás debería de
haber trascendido a la prensa, de hecho, fue divulgado para testear la reacción
en la "sociedad", que, gracias al vocero de la Corona Británica, esto
es, del matutino La Nación, se interrogaba sobre el sentido de seguir
financiado fuerzas armadas, cuando la Argentina no "tiene ninguna
hipótesis de conflicto" (triple sic), condenaba al ARA San Juan a su
desaparición de manera anticipada. De hecho el plan de Macri, delirante, es reducir
a la Marina de Guerra a su mínima expresión, asimilándola a la
Prefectura.
Sigo, la Canciller Malcorra no sólo firmaba un protocolo
escandaloso con su par Donovan - las versiones de que el marido de Malcorra era
un hombre del MI 6 británico siempre estuvieron revoloteando-, sino que a viva
voz, sin tapujos ni vergüenzas, declaraba que aprovecharía su viaje a Londres,
para solicitar autorización para reponer material bélico, sobre todo aviones de
combate, inexistentes, como si todavía siguieran vigentes los infaustos
mandatos del Acuerdo de Paz de Madrid, firmados en 1992, dejados de ratificar
en el 2000; sí, debían ser ratificados año tras año. Hace 17 años que tales
acuerdos han cesado, de manera insólita, la ex Canciller argentina se refería a
los mismos de forma tácita, como si estuvieran vigentes. Los mismos, con todos
sus protocolos, pueden ser consultados en la página web de Cancillería, sí, da
gusto verlos, impresos a los tipos mecánicos de aquéllas viejas máquinas de
escribir Olivetti.
Lo
cierto es que Macri, propio a su estilo, errático, imprevisible, sumamente
contradictorio y riesgoso, improvisado, irresponsable, lábil y oportunista,
había ordenado la compra de esos cinco mortíferos Super Etendard, lo son,
algunos incluso pueden portar misiles nucleares, no sólo Exócet, con el
argumento de que se usarán para la protección del espacio aéreo de la reunión
del G-20 que él preside, que se realizarán en la Argentina en el 2018. Así
nomás. Para Macri eran una ganga, cinco aviones de combate remodeladas por diez
millones de dólares. Más una cantidad de motores para otros diez Super Etendard
que posee la Aviación Naval, fuerza, que como es natural, reclamó la propiedad
de los mismos para su dotación. Y sí, son aviones navales de combate.
Esa
fue la gota que rebasó el vaso del Almirantazgo británico. En paralelo, Londres
compraba un sistema de modernos misiles tierra-aire a Israel, caramba, para
artillar las Islas Malvinas, ante el riesgo de un inminente ataque, como forma
de disuación del mismo. Gastaba más de 150 millones de euros para hacerlo. La
debilidad de Gran Bretaña en su pretensión colonial es manifiesta, carece de
portaaviones, y, de poseerlos, sabe que el territorio nacional de la Argentina,
es un gigantesco portaaviones desde el cual puede ser bombardeados tanto sus
buques como sus fortificaciones terrestres. Con la fuerza marítima y militar
que hoy cuenta la Argentina, - más 15 Super Etendard artillados con misiles
Exocet-, recupera las islas sin demasiadas escaramuzas ni resistencias. Obviamente,
con el apoyo de los submarinos rusos que desecharan los militares en 1982. No
vamos a volver a soportar el sonsonete del ataque nuclear británico a Recoleta
porque a esta altura nos resulta insoportable, jamás el Parlamento inglés se
haría cargo de semejante barbarie, siendo como son, denunciados por la ONU, una
potencia colonial. Y de hacerlo, no les sería para nada impune. de Irlanda para
acá, no son pocos los que los quieren ver en el fondo del mar con toda su
historia de esclavitud y sometimiento. Su burla y saqueo a pueblos y
civilizaciones.
Vamos
a actualizar la crónica de los disparates y agachadas del gobierno de Macri, en
sus dos años de infausta gestión, para entender mejor los matices de este
conflicto. Con la gestión de la ex Canciller, se firma un protocolo con el
gobierno británico, que incluye la cooperación para la explotación conjunta del
petróleo de Malvinas, nada más aberrante, lo cual provoca incluso airadas
reacciones dentro de las filas del PRO, caso del vicepresidente del Senado de
la Nación, a cargo de Federico Pinedo. El borrador del pacto Donovan-Malcorra,
ya remite al sesgo entregista de un gobierno sin brújula ni derrotero cierto,
el cual disfraza la improvisación y la componenda, los negocios propios y de
sus socios, con el pomposo rótulo de reformismo permanente. Curiosamente,
Malcorra vuelve a asomar la nariz en la reunión de esta semana de la OMC en
Buenos Aires, otro estrepitoso fracaso de Macri, quien haciendo gala de una
audacia decepcionante, llega a proferir un exabrutpo obviado por los grandes
medios, al proclamar que "hay que terminar con esa tendencia de proponer
el interés nacional por sobre la del comercio multilateral" (triple sic);
sí, nadie ha ido nunca tan lejos ni tan a contrapelo de lo que viene a ser la
tendencia mundial de las tres grandes potencias económicas, el proteccionismo
declarado de USA, Rusia y China.
Un
mes más tarde de la firma del protocolo Malcorra-Donovan, Macri asiste a la
reunión anual de la ONU, en donde declara haber conversado con la Premier
británica, Theresa May, -la misma que llama por teléfono a Macri luego de
hundir el ARA San Juan-, a propósito de un inicio de charlas sobre la soberanía
de las Islas Malvinas; Londres desmiente al rato la confusión de Macri, lo cual
le depara un papelón internacional no mensurable. En ese viaje también le había
hecho una broma a Vladimir Putin, asegurando que Argentina ganaba el mundial
con Messi, a lo cual el líder ruso le había preguntado al intérprete si Macri
lo estaba cargando. Los kelpers, en el medio oficial que disponen en Buenos
Aires, el diario La Nación, habían publicado: "Mauricio, la
arruinaste".
Llama
demasiado la atención el hecho de que viendo como ven los líderes mundiales las
torpezas de este ingeniero tan bueno para darle contratos a la constructora de
su primo -ahora en manos de un testaferro de su amigo inglés, Joe Lewis- ex
presidente de Boca Juniors e intendente de la Capital argentina, devenido
en "líder mundial", se le otorgue la presidencia del G-20, algo
inusual, sólo entendible como una graciosa concesión a cambio de importantes
reservas petroleras, negociados para todos, también con beneficios en la
explotación minera, en la pesca, en el acceso a la Antártida, territorios a los
cuales Macri parece estar dispuesto a renunciar. Y en la entrega explícita de
territorios, como lo ha hecho CFK a la república popular de China en la
Patagonia, base militar secreta a la cual este gobierno ni ha osado investigar.
El "país generoso" con un 30% de pobres sigue siendo una bofetada en
la boca de todos los argentinos que una gota de sangre en las venas. Los
disparates de este pato criollo, "Mauricio la arruinaste", se dan de
bruces con la firma de los convenios petroleros con la Estatoil y la compra de
los Super Etendard, sin pedir permiso. Entonces la urgencia del correctivo
impuesto por el Almirantazgo británico, el sacrificio del ARA San Juan, ya
perseguido en el mes de julio por un submarino británico, disminuido en su
abastecimiento y mantenimiento, habida cuenta de los recortes, salvajes
recortes presupuestarios impuestos por Macri, en línea con el plan de
desmantelamiento de las FFAA orqusetado a partir del gobierno de Carlos Menem y
no corregido por ningún gobierno "democrático" a la fecha.
La
cortina de humo levantada por el Juez Federal Bonadio, pidiendo el
procesamiento de CFK y varios funcionarios y militantes kirchneristas por la
firma del Acuerdo de la Verdad con la República Islámica de Irán, otra lectura
no tiene este engendro que lo único que hace es beneficiar a la Senadora del
FpV, que había salido segunda en una elección detrás de un impresentable como
Esteban Bullrich, mes y medio atrás, sí, nada, sacando menos votos que Aníbal
Fernández, lleva al delirium tremens del jefe de gabinete, Marcos Peña, el cual
declara que es prioridad de este gobierno juzgar en ausencia -esto no tiene
precedentes en el derecho penal moderno- a los funcionarios iranios acusados
sin pruebas por el asesinado (por el Mossad) fiscal Nisman, al tiempo que
propone el saqueo de los ingresos de los jubilados para pagar los servicios de
la deuda externa pública, colosal burbuja que cuando explote va a sumir a los
argentinos en un caos superlativo. Tal parece ser el plan, no otro, de los
líderes mundiales que alientan la demencial carrera hacia adelante del
ingeniero sin brújula , sin planos, sin Patria, sin sentimientos humanos.
Recomiendo para los amigos que tengan tiempo y ganas, leer la nota del
investigador francés Thierry Meyssan, el primero en denunciar el ataque de
falsa bandera del 11-9, proscrito en Francia, reside hoy en Damasco, financiado
por Putín, esto hay que decirlo, el cual estuvo de visita en Buenos Aires hace
semana y media. La nota, titulada "Qué proyecta Israel en la
Argentina", no tiene desperdicio. (1) A ver, es la primera vez en medio
siglo o más, que tengo uso de razón y lecturas de toda índole, que veo a un
referente de la izquierda, Meyssan lo es, hablar del "Plan Andinia".
Este tipo de documentos, hasta ahora, era sólo privativo de sectores del
nacionalismo, o "conspiranoicos".
Para
cerrar, dos cosas, a propósito del "misterio" sobre las causas de la
desaparición del ARA San Juan, cosas que debería decir el Capitán Balbi, de
hecho las dice, pero en un lenguaje sesgado, en código. Nunca podría haber
entrado agua por el snorkel y llegar a la zona de baterías del submarino, tan
sólo, a la cabina de mando, ocho metros por encima de las baterias, separada de
las mismas por compuertas estancas de cierre automático. Jamás, con mar gruesa,
con olas de seis metros, un submarino emerge para encima levar el snorkel, no
lo necesita y se expone irracionalmente. El submarino cuento con reservas de
oxígeno suficientes como para evadir esa temeraria maniobra. La decisión
política de Macri, obediente y asustado -es un gran cobarde-, por el sopapo
propinado por el Almirantazgo británico, de suspender la búsqueda de los restos
del ARA San Juan, esto es importante también de señalar, lo más probable es que
los impactos de los torpedos lo hayan hecho colapsar, esto es, implosionar,
-¿iba realmente sin torpedos el ARA San Juan, por que entonces iba a bordo la
oficial de armamentos Eliana Krawczyk, para cebar mate?-, dejando sus restos
esparcidos e irreconocibles en el fondo del mar argentino. A esta altura,
el único que puede ayudar a develar esta tragedia es el buque ruso Yantar, esto
también hay que subrayarlo: de tener pruebas ciertas Vladimir Putin, de
semejante trascendencia, fotos y videos del fondo del mar con restos del
submarino atacado, esto se puede sustanciar con una pericia, los mismos serían
parte de un secreto a compartir, a propósito de que Macri, "El Errante", propone ahora entrevistarse con
el líder mundial en Davos, ha firmado hace nada un convenio de cooperación en
seguridad con el gobierno ruso.
El
título de la nota no deja de ser un homenaje póstumo a la tripulación del ARA
San Juan, 44 marinos argentinos muertos en combate, contra el invasor inglés,
dificultando con su martirio el saqueo del petróleo que nos pertenece, para
hacernos libres y ricos.
(1)
http://www.voltairenet.org/es
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